El Barroco en España representa uno de los períodos más significativos en la historia cultural española, caracterizado por una profunda crisis económica y social durante el siglo XVII.
El contexto histórico social y cultural del Barroco español estuvo marcado por las consecuencias de la crisis económica en Europa durante el siglo XVII. España experimentó una notable decadencia política y económica, que paradójicamente coincidió con un extraordinario florecimiento cultural. Las principales características del Barroco incluyen el pesimismo, el desengaño y una visión dramática de la existencia, que se manifestaron en todas las expresiones artísticas. La literatura del Barroco en España se distinguió por su complejidad formal, el uso de recursos estilísticos elaborados y la exploración de temas del Barroco como la fugacidad de la vida, el desengaño y la crítica social.
En el ámbito artístico, la pintura del Barroco en España alcanzó niveles excepcionales con maestros como Diego Velázquez, quien revolucionó la técnica pictórica y la representación de la realidad. La arquitectura barroca en España se caracterizó por su monumentalidad, el uso de elementos decorativos recargados y la búsqueda de efectos dramáticos. La poesía barroca española se desarrolló en dos corrientes principales: el culteranismo, representado por Luis de Góngora, y el conceptismo, cuyo máximo exponente fue Francisco de Quevedo. Estas tendencias reflejaban la complejidad y el ingenio característicos del período. La transición hacia la Ilustración en España marcó el fin de esta época, dando paso a nuevas formas de pensamiento y expresión artística que caracterizarían el siglo XVIII en la literatura española.